Fuente: www.abc.es
Las antiquísimas pinturas de los montes Apalaches, en EE.UU., muestran los cuerpos celestes, el mundo natural y seres sobrenaturales relacionados con la muerte.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tennessee en Knoxville ha descubierto en los montes Apalaches unas antiquísimas pinturas rupestres de unos 6.000 años de antigüedad. Los científicos creen que estos dibujos, de los que aún pueden aparecer muchos más, están colocados estratégicamente para revelar un rompecabezas cosmológico, la visión que los pueblos de la época tenían el mundo y el cielo.
U. Tennessee. Algunas de las figuras descubiertas en las cuevas
La investigación, liderada por Jan Simek, profesor
de ciencia en Knosville, se publica en la revista Antiquity. Los científicos
proponen que el arte rupestre cambió el paisaje natural para reflejar su mundo
conceptual.
Simek y su equipo analizaron 44 sitios de arte
rupestre al aire libre y 50 cuevas también con pinturas en la Meseta de
Cumberland utilizando herramientas no destructivas, de alta tecnología, como un
escáner láser de alta resolución. A través del análisis de las
representaciones, los colores y la organización espacial, descubrieron que los
sitios imitaban los principios cosmológicos de los nativos del sudeste. «Las
divisiones cosmológicas del universo fueron asignadas en el paisaje físico
usando el relieve de la Meseta de Cumberland como un lienzo topográfico»,
explica el antropólogo.
El «mundo superior» incluye los cuerpos celestes y
las fuerzas climáticas personificados en personajes míticos que ejercen
influencia sobre la situación humana. Sobre todo los sitios de arte al aire
libre ubicados en elevaciones altas tocadas por el sol y las estrellas tienen
estas imágenes. Muchas están dibujadas en el color rojo, que se asociaba con la
vida.
El «mundo intermedio» representa el mundo natural.
Contiene imágenes de algunas personas, plantas y animales, algunas expuestas en
las paredes de las cavernas y otras al aire libre.
El «mundo inferior» se caracteriza por la oscuridad
y el peligro, y se asocia con la muerte, la transformación y la renovación.
Estas pinturas se encuentran principalmente en cuevas, donde hay personajes de
otro mundo, serpientes y perros sobrenaturales que acompañaban a los seres
humanos muertos en el camino de las almas. La inclusión de criaturas como las
aves y los peces que podrían atravesar las tres capas, representa la creencia
de que los límites eran permeables. Muchas de estas imágenes se representan en
el color negro, asociado con la muerte.
«Este universo en capas era el escenario de una
serie de actores que incluían héroes, monstruos y criaturas que podían cruzar
entre los niveles», explica Simek. Curiosamente, las armas rara vez se
representaban.
El
investigador cree que lo más impresionante de estos descubrimientos es la
escala de las representaciones, teniendo en cuenta que la meseta de Cumberland
era un lugar sagrado, que abarca cientos de kilómetros, en la que los sitios
individuales eran solo partes de un todo conceptual más grande
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